martes, 22 de febrero de 2011

Tenía tres guiones sobre la mesilla de noche


El primero trataba sobre un personaje en una época indefinida, en un lugar perdido en las profundidades de Finlandia. Un poblado de adobe acoge a un padre con su hijo como únicos habitantes después de la epidemia de fiebres malta. El hombre le enseña todo lo que sabe a su hijo y le da de beber una extraña pócima por las noches, hasta que el niño se queda en un estado catatónico profundo. Este despierta al cabo de cientos de años convertido en quién hoy conocemos como Papa Noël.

El segundo de los guiones habla de un gato que se ha subido a un árbol muy alto y no sabe bajar, dicho nudo sirve de excusa para contar los entresijos de un grupo de personas en apariencia normal. La acción tiene lugar en un pequeño pueblo de Illinois llamado Panola. Una escena destinada a ser memorable es, ya al final, cuando la gente del pueblo le tira banjos al gato para que baje, pero éste no hace caso, cuando los instrumentos se destrozan en el suelo creen oír al gato hablar. Todos oyen cosas diferentes.

El tercero de los guiones se centra en la II guerra mundial. El ejercito ruso, amplio en número pero escaso en armamento, manda a los tres últimos hombres de un batallón hacia Berlín con un solo fusil Tokarev T-40. A medida que va muriendo uno, el otro coge el arma y siguen avanzando. Por el camino van encontrando a civiles polacos que se quieren unir a la causa contra los nazis. Acabará llegando a Berlín un regimiento de setenta hombres en fila india, transportando el mismo único Tokarev del principio.

4 comentarios:

Gabriela Torrens dijo...

Me quedo con el segundo, sin duda

el lobohombre dijo...

veremos por cuál se decanta él...

Gabriela Torrens dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriela Torrens dijo...
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