miércoles, 7 de julio de 2010

_ _ V _ _ T _



Si existieran cosas que no existen, el inspector Larry Salvato llegaría a la escena del crimen y preguntaría a los policías ahí presentes si se trataba de un nuevo suicidio, y ellos que ya sabrían a que se refería el inspector, le responderían que efectivamente, entonces el inspector Salvato preguntaría si se trata de un nuevo cadáver desconocido, un nuevo John Doe* de los treinta nuevos John Does que se ha estando encontrando últimamente, y todos afirmarían con la cabeza. Un policía veterano iría abriendo paso al inspector hasta llegar al cuerpo, y levantaría la manta térmica de color dorado, dónde Salvato volvería a ver la misma cara que ha estado viendo durante los dos últimos meses, la misma cara del mismo John Doe, del mismo indocumentado y desconocido, con marcas de soga en el cuello. Esa cara sin vida parecida a la de un maniquí fabricado en una cadena de montaje de personas suicidadas. Y de nuevo Larry Salvato volvería a pasarse la mano por la cara sin saber a quién mirar, a quién preguntar.

Todos los forenses le dirían otra vez que es algo nunca visto, que podrían ser clones unos de otros, pero aun siendo eso extraño, lo peor sería explicar cómo podrían haber estado viviendo hasta la fecha con los órganos sin usar, ni los dientes, ni los ojos, ni las uñas, le volverían a explicar que la sangre que había bombeado el corazón de ese nuevo John Doe no le habría llegado a las venas ni a las arterias, ni siquiera sabrían si habría podido bombear una sola vez, y el inspector, y los policías, y los doctores, y los periodistas, volverían a no saber a quién preguntar, a quién mirar, a quién ayudar.

Al mismo tiempo la colocación de los bañistas en las playas, de las multitudes de los estadios de fútbol o de los conciertos, el gentío de las manifestaciones, los coches en los atascos, volverían a formar letras, palabras inacabadas:_ _ V_ _ T _, siguiendo con R _ V _ S _ T _, hasta conseguir completarse, con la mala fortuna de que muchas veces no se diera la doble casualidad, la de empezar y terminar, y que aquella persona que iba a poner su toalla finalizando la letra A y solucionando la palabra no lo hiciera, que ese coche en el atasco que iba a proporcionar otra letra clave, no adelante, sino que se quede en la fila, que la misma aleatoriedad de los fenómenos humanos no acabe de ganar el juego, y el pobre inspector Larry Salvato no sea capaz de ver la relación entre esto y aquello justo antes de jubilarse, o justo después de formar entre uno de esos gentíos la letra que comienza una nueva palabra, un potencial nuevo John Doe.





* John Doe o Jane Doe, dependiendo del género, es el nombre que se le da en EEUU y en este cuento, a cualquier cadáver que no haya sido identificado.

2 comentarios:

Lucia Un Vestido Azul dijo...

Grandes escrituraas,que dicen grandes cosas,no importa que te diga lo que opnino, ya lo sabes...
Un besito,pasate por mi blog.

el lobohombre dijo...

gracie, me pasaré y pasearé por ahí...