martes, 9 de agosto de 2011

Si la velocidad de la luz es constante, entonces todo se vuelve relativo.

Hong Kong Julio 2011



Ayer paseando me pareció ver a tres miembros de la misma familia haciendo una foto al mismo edificio, cada uno con su cámara. Descanso mi duda en ese "pareció" porque no puedo asegurar que fueran de la misma familia, pero todo hacía indicar que sí. Ese gesto enfermizo en el que se ha convertido hoy la fotografía me fascina. Es la desparasitación mutua de la era Facebook.

En algún acto social dónde he tenido que trabajar, me han pedido si podía hacer un pase de las fotos que había realizado hacía poco más de una hora, querían verse en su pasado inmediato, la última foto que te hacen es dónde sales más viejo, pero a la vez dónde más joven saldrás hasta el resto de tus días, (obviando el photoshop). Otra teoría que me explicaron ayer mismo, justo después de la familia, fue que los japoneses, y hoy en día ya todos los asiáticos, desatan esa violenta fiebre de hacer fotos, como una conducta de trabajo en sus vacaciones. Es tanta la inercia hacia la productividad, que no pueden dejar pasar el tiempo sin pedirle explicaciones.

En las galerías de arte, los clásicos están reprimidos, Steve Maccurry, Cartier-Bresson, Elliot Erwitt... entre muchos otros. En la moda y la publicidad hay más fotografía que en las galerías de arte (incluso más poesía), mucha más, aunque creo que ahora mismo incluso ahí hay un bajón, nadie que le haga sombra a Avedon, bajo mi humilde opinión.

Si la velocidad de la luz es constante, entonces todo se vuelve relativo, y a esa velocidad se está proyectando ahora mismo este blog.

3 comentarios:

Osselin dijo...

Voy a inventarme un postulado:

Dado que la velocidad de la luz es constante, el resultado fotógrafico en el espectador será igual al coeficiente perceptivo del fotografo multiplicado por el cuadrado de la belleza compositiva de la escena y dividido por tres veces la capacidad perceptiva del espectador multiplicado por su CI.
O sea:

Rf = Cpf x (Bc)2 / 3Cpe x Ci(e)

O sea, sí, todo es relativo.

el lobohombre dijo...

Me gusta el postulado, pero qué pasaría en el caso de que el fotógrafo viera su foto como espectador?

Osselin dijo...

Pues muy sencillo:

Rf= Cpf x(Bc)2/·cpf x ci(F)

Pongamos un ejmplo con un espectador normal

Rf= 10 x 100/ 5 x 100 o sea

2

Veamos si el espectador es el fotografo:

10 x 100/ 10 x 150 o sea
0,666Como todos sabemos el 666 es el número del diablo.

En consecuencia un fotógrafo contemplando su propia obra es un acto diabólico.