miércoles, 5 de enero de 2011

Habana

Ir en taxi con el indicador de velocidad siempre a 0, con Tinki Winki colgando del retrovisor, sin cinturón de seguridad y ver un autobús holandés que conserva el cartelito de Rotterdam poco antes de pasear con tu madre y que te pregunten si estás de luna de miel, sentarte en un cine de los años 50 al lado de un hombre con paraguas que se llama igual que tú, descubrir la portada de un libro de casi 500 páginas sobre los murciélagos de La Habana, que un hombre te pregunte a bocajarro y de repente si el Inter de milán juega en la liga española y ver un colibrí, todo ello junto y en un día es lo que no te puede pasar si no vas.

3 comentarios:

Gabriela Torrens dijo...

"si no vas"... y si no ves
Me gusta tu manera de contar las cosas.

el lobohombre dijo...

Gracias HRH Gaby, aunque cada vez me gusta más ver las cosas que contarlas. Un saludo!

Osselin dijo...

Bienaventurados los que pueden viajar porque de ellos será el Reino del Asombro (es que la Biblia no falla nunca)