sábado, 10 de enero de 2009

Cuento para niños que no gustará a los niños.


Su casa estaba decorada con muebles recogidos de la basura, gran ventaja económica para el inquilino, pero gran desventaja emocional para tan serviciales objetos.
Todas las noches, a eso de las doce, cuando el estruendo del camión de la basura se acercaba a su calle, la casa sufría un ir y venir temeroso, jarrones, mesas, estanterías y butacas, disputándose huecos, sombras, cajones y altillos. Huyendo como las palomas cuando pasa cerca un perro o una bici. El viejo y pesado sofá siempre era el que más sufría, secándose el sudor con los cojines, intentando menguar de tamaño y pegándose lo máximo a la pared. Cuando el run-run del predador se diluía en las calles, todos volvían a su sitio. Cada noche, a eso de las doce.

3 comentarios:

Rodrigo dijo...

Es la realidad en las calles. "La ley de la selva" (dicen). Indudablemente no le va a gustar a un niño.
Saludos.

el lobohombre dijo...

Mucho me temo que tampoco gustará a mayores...

Rodrigo dijo...

Puede que no y puede que sí, para solucionar las cosas.